La adolescencia es una etapa muy especial en el desarrollo de cualquier persona… una etapa en la que todos los cambios, necesidades e ilusiones se viven con especial intensidad. Esto trae consigo nuevos retos y alegrías pero también continuos reajustes que a menudo amenazan la estabilidad emocional de los más jóvenes. Cada día son más los chicos y las chicas que en esos momentos necesitan una ayuda profesional que complemente el apoyo recibido por sus padres y referentes.
Todos estos cambios suelen afectar en su autoestima, en su estado de ánimo, en sus relaciones con los demás (amigos, familia, profesorado,…) algo que suele generar dudas, malestar personal, conflictos familiares,… y que con el apoyo de un profesional pueden ser afrontados con la calma y la entereza necesaria.
En este sentido, las dificultades que solemos tratar con mayor frecuencia son:
– Conflictos familiares
– Problemas de autoestima
– Dificultades de autocontrol emocional
– Bajo rendimiento académico