¿Coaching?… ¡¡Entrenamos!!
El coaching y más concretamente el coaching personal o life coaching se trata de una novedosa disciplina que basada en una metodología especializada de ayuda y acompañamiento pretende desarrollar el potencial que presenta el coachee o coachado (persona que solicita el proceso de coaching) para ayudar a dicha persona a conseguir los objetivos personales que desea, superando las dificultades o limitaciones que merman su crecimiento.
Originariamente el término coach proviene del húngaro, palabra que antes de sufrir múltiples modificaciones y giros lingüísticos, hacía referencia a un carruaje, vehículo tirado por animales que transportaba personas de unos lugares a otros.
Y es que desde una perspectiva muy simplista en el coaching se pretende “transportar” personas de un lugar A, presente consciente, a un lugar B, futuro deseado por la persona que solicita el proceso de coaching (viaje). Porque obviamente la ruta, el ritmo y el lugar ansiado es definido por la persona que solicita “el transporte”.
Al margen de estas curiosidades y metáforas planteadas que nos permiten acercarnos inicialmente al conocimiento de esta metodología, cabe destacar que el coaching se trata de una disciplina muy joven que en cuestión de apenas dos décadas ha experimentado un crecimiento vertiginoso que le ha permitido asentarse en prácticamente todos los ámbitos del desarrollo del ser humano. Se trata de una metodología que surge en el mundo del deporte y que desde ahí se antoja fácilmente comprensible para el público en general. En este sentido, todos los aficionados al deporte están habituados a identificar a entrenadores, (termino que en el inglés se conoce como coach), en el que un deportista o grupo de ellos son guiados y asesorados por alguien que no participa activamente en el juego pero que resulta muy importante en el mismo y en el desarrollo de sus púpilos. Y es que si bien el coach no interviene en la partida o evento en cuestión si resulta muy determinante por su capacidad de observación, por sus habilidades comunicativas, por su capacidad para identificar los puntos fuertes de sus pupilos y potenciarlos activamente, por su mirada externa libre de las pulsaciones, sentimientos y emociones de sus deportistas, etc.
De esta manera, al igual que en el terreno deportivo, cada día son más las personas que deciden ponerse en manos de un coach para desarrollarse profesional y personalmente.
Cada día hay más personas que deciden afrontar un proceso de coaching personal o life coaching para superar los miedos, inseguridades, emociones limitantes… que muchas veces le impiden conseguir aquellas metas que realmente desean en su vida. Porque un coach aporta una mirada especializada y honesta, pero se abstiene de juzgar, se abstiene de etiquetar y diagnosticar, se abstiene de dar consejos y enseñar… para apostar por las cualidades de la persona que tiene enfrente y sacar de ellas en máximo rendimiento, dando más importancia al recurso que al déficits.
Desde el coaching se parte de la premisa de que el ser humano para alcanzar la excelencia y desarrollar al máximo su verdadero potencial necesita de una mirada externa que no solo le permita identificar sus dificultades de desarrollo sino también que le muestre con mayor claridad todos aquellos recursos que puede poner al servicio de su bienestar.